En un mundo en constante cambio, la Corporación Tecnológica de Bogotá tiene una responsabilidad crucial, no solo por formar profesionales desde lo técnico y tecnológico altamente capacitados, sino también es consciente de la importancia de la formación con conciencia social. Según Dees (2007), el emprendimiento social se refiere al proceso de identificar y solucionar problemas sociales con métodos innovadores, combinando la pasión por un cambio positivo con la capacidad de generar ingresos sostenibles. Por ello, el emprendimiento social surge como una poderosa herramienta en este contexto, ofreciendo soluciones innovadoras a los desafíos sociales, económicos y ambientales que enfrentan nuestras comunidades. Además, según Austin, Stevenson y Wei-Skillern (2010), el emprendimiento social se enfoca en crear valor social al introducir innovaciones que generan un impacto significativo en la sociedad. Esto subraya la importancia de integrar esta visión en la formación técnica y tecnológica, preparando a los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo moderno con un enfoque orientado al cambio y la sostenibilidad.
El emprendimiento social va más allá del desarrollo de negocios tradicionales. Según Dees (2007), el emprendimiento social implica el uso de estrategias innovadoras para resolver problemas sociales, lo que lo diferencia de los negocios convencionales, cuyo principal objetivo es la maximización de beneficios económicos. Es un enfoque que combina la pasión por generar un impacto positivo con la visión empresarial, tal como lo describe Bornstein (2007), quien enfatiza que los emprendedores sociales son impulsados por el deseo de hacer una diferencia significativa en el mundo, utilizando las herramientas del mercado para crear cambios duraderos.
Desde los cursos académicos especialmente los de Emprendimiento de la Corporación Tecnológica de Bogotá, se puede orientar a la comunidad CTBista a identificar problemas sociales y a utilizar sus habilidades técnicas para desarrollar soluciones competitivas y sostenibles. Como señala Austin et al. (2006), las instituciones educativas juegan un papel crucial en la formación de emprendedores sociales al proporcionarles un entorno donde pueden experimentar, aprender de los fracasos y aplicar sus conocimientos a problemas reales. Al integrar la educación técnica con la conciencia social, la Corporación Tecnológica de Bogotá no solo preparan a los estudiantes para el mundo laboral, sino que también los forma para ser agentes de cambio, con competencias para de diseñar soluciones innovadoras que impactan positivamente el bienestar social y ambiental.
Es así como la Corporación Tecnológica de Bogotá, juega un papel fundamental al impulsar el emprendimiento social, proporcionando un entorno donde la comunidad académica puede experimentar, innovar y desarrollar proyectos que beneficien a la sociedad. Como señala Etzkowitz (2003), las instituciones educativas son centros neurálgicos en la creación de ecosistemas de innovación, donde la interacción entre la academia, la industria y el gobierno —conocida como la "triple hélice"— fomenta un entorno propicio para el emprendimiento y la creación de valor social.
La Corporación Tecnológica de Bogotá promueve un ecosistema robusto que apoya a los futuros emprendedores sociales, a través de planes de estudios diseñados con un enfoque en el emprendimiento social, las incubadoras de productos, el Centro de Emprendimiento y Empresarismo, y las alianzas estratégicas con el sector público y privado. Según Gibb (2002), este tipo de infraestructura educativa es esencial para fomentar una cultura emprendedora que capacita a los estudiantes no solo en habilidades técnicas, sino también en la capacidad de identificar y abordar problemas sociales de manera efectiva. Además, Herrington y Kew (2018) subrayan la importancia de las alianzas y la colaboración intersectorial para proporcionar a los emprendedores sociales los recursos y el apoyo necesarios para transformar sus ideas en soluciones sostenibles que beneficien a la comunidad
Por otra parte, la orientación práctica de la educación técnica y tecnológica permite que los estudiantes no solo adquieran conocimientos teóricos, sino que también aprendan, apliquen en proyectos emprendedores. Según Kolb (2015), el aprendizaje experiencial es fundamental para el desarrollo de competencias, ya que implica un ciclo continuo de experiencia concreta, reflexión, conceptualización y experimentación activa. Este enfoque permite a los estudiantes conectar la teoría con la práctica, lo que es esencial para la formación de habilidades aplicadas.
Al participar en proyectos reales, los estudiantes tienen la oportunidad de crear prototipos, probar sus ideas en el campo y hacer ajustes basados en las necesidades reales de la comunidad. Esto no solo enriquece su proceso de aprendizaje, sino que también fomenta la innovación y el pensamiento crítico, habilidades que son cruciales en el mundo laboral actual. Como señala Dewey (2015), el aprendizaje basado en la experiencia es más efectivo cuando los estudiantes pueden relacionar directamente lo que aprenden con su entorno social y sus futuros roles profesionales.
Además, estudios como el de Blenker et al. (2011) destacan que la educación basada en proyectos prácticos mejora la capacidad de los estudiantes para identificar oportunidades y abordar problemas complejos de manera creativa y efectiva. Al integrar estos proyectos en la educación técnica y tecnológica, se prepara a los estudiantes para ser profesionales capaces de generar soluciones innovadoras que respondan a las demandas reales de la comunidad.
El apoyo institucional es fundamental para el éxito de estos proyectos de emprendimiento social, la creación de redes de mentoría, la disponibilidad de recursos financieros y la integración de cursos de emprendimiento social en los planes de estudios, la articulación con los procesos académicos y de investigación son algunas de las estrategias en que la Corporación Tecnológica de Bogotá lo fortalece.
Al fomentar el emprendimiento social, la Corporación Tecnológica de Bogotá no solo contribuyen al desarrollo de soluciones innovadoras para los problemas o necesidades de la comunidad, sino que prepara a la comunidad académica para ser líder comprometida con el cambio social. Por consiguiente, el objetivo es formar profesionales a nivel técnico y tecnológico que no solo se destaquen en sus campos técnicos, sino que también sean agentes de cambio, capaces de transformar sus comunidades y mejorar la calidad de vida de muchas personas, es así como el emprendimiento social es una ruta efectiva para construir un futuro más justo y sostenible.
El articulo está pensado desde las vivencias de la Corporación Tecnológica de Bogotá como institución de educación superior a nivel técnica y tecnológica, así como de las necesidades de los grupos de interés.
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