El emprendimiento social, una disciplina relativamente nueva que se originó a finales del
siglo pasado en lo empresarial y legal, desempeña un papel fundamental en la mejora de
la calidad de vida de las comunidades vulnerables en Colombia. Además, contribuye a
concientizar a la población sobre la importancia de organizar procesos relacionados con
nuevos productos, servicios y programas que fomenten la inclusión social. Colombia,
conocida por su gran biodiversidad y riqueza natural y económica, enfrenta desafíos
significativos debido a la concentración de recursos en pocas familias.
Esto ha dado lugar a problemas de pobreza, desorden social, falta de infraestructura,
cobertura insuficiente de servicios básicos y desafíos ambientales, especialmente para los
grupos de población más vulnerables. Los emprendimientos sociales representan una
alternativa crucial para mejorar la situación socioeconómica de la población, ya que este
modelo permite identificar cambios, transformaciones e innovaciones en las actividades
de las organizaciones sociales, haciéndolas viables y efectivas.
Las organizaciones sociales se convierten en pilares del desarrollo económico y social,
involucrando a instituciones estatales, entidades privadas y organizaciones no
gubernamentales. Estas entidades colaboran para definir acciones que fomenten las
condiciones necesarias para el florecimiento de los emprendimientos sociales. Sin
embargo, es esencial contar con políticas públicas sólidas y una colaboración efectiva
entre los diferentes actores para llevar a cabo acciones integrales dirigidas a las
poblaciones en situación de alta vulnerabilidad socioeconómica. Este enfoque busca
impulsar el desarrollo al fortalecer las capacidades a través de la generación de proyectos
sociales