¿Alguna vez has tomado un antibiótico y no te has sentido mejor? Esto podría ser una señal de que las bacterias están desarrollando resistencia a estos medicamentos, son más difíciles de matar, están mutando y volviéndose más fuertes.
Imagina que los antibióticos son como soldados que luchan contra las bacterias. Con el tiempo, algunas bacterias aprenden a defenderse de estos soldados, haciéndose invulnerables a sus ataques. Esto es lo que llamamos resistencia a los antibióticos.
La resistencia de las bacterias a los antibióticos se genera por diferentes causas, una de ellas es el uso excesivo de estos medicamentos. Ocurre cuando las personas usan antibióticos sin necesidad, muchas veces sin estar seguros de que efectivamente hay una bacteria atacando su cuerpo, también cuando las personas no terminan el régimen del antibiótico recetado por el médico, puesto que algunas sobreviven y estas serán ahora resistentes al medicamento. Otra causa es el uso indiscriminado de antibióticos para tratar infecciones en los animales haciendo posible la generación de bacterias resistentes.
Las consecuencias de la resistencia de las bacterias ante los antibióticos son muy graves y ya las estamos viviendo, por ejemplo, las infecciones se vuelven más difíciles de tratar
porque cada vez existen menos antibióticos que sean efectivos para acabar con las bacterias resistentes. De otra parte, tratar infecciones de bacterias resistentes es más costoso, suelen requerir antibióticos más potentes, muchos de los cuales solo pueden suministrarse intrahospitalariamente.
Si el aumento de la resistencia de las bacterias a los antibióticos continúa, es posible que en algunos años los antibióticos de los que disponemos actualmente ya no hagan ningún efecto.
En Colombia, así como en otros países en vías de desarrollo, la resistencia a los antimicrobianos (RAM) representa una amenaza significativa puesto que exacerba las desigualdades existentes en salud y obstaculiza el progreso.
Las personas mayores, los niños y las personas con sistemas inmunes debilitados son los primeros afectados presentándose mayor probabilidad de enfermedad grave y muerte por infecciones de bacterias resistentes.
La lucha contra las infecciones causadas por microorganismos (entre estos las bacterias) resistentes acapara los sistemas de salud dejando poco margen para controlar otras enfermedades infecciosas como la tuberculosis, la neumonía y la sepsis, lo que revierte los avances logrados en salud pública.
Podemos tomar acciones sencillas para no contribuir a agrandar el problema como, por ejemplo, tomar los antibióticos solo cuando sean recetados por el médico y completar la dosis indicada, aunque nos sentamos mejor.
También el lavado frecuente de manos contribuye a evitar la propagación de todo tipo de microorganismos y entre estos, las bacterias resistentes.